
La foto de la portada es real y los retratados inspiran a dos personajes de la novela. No puedo decir más.
En cuanto a las comillas, resultan sugerentes si las relacionas con el título, ese silencio que queda entre las palabras que se pronuncian y que, a veces, es más elocuente que éstas.
Creo que es un gran acierto del diseñador.
Reboso ilusión. Después de tanto tiempo de espera, la paciencia siempre se cobra su fruto.