El título que yo le dí a la foto fue Bol de arroz y si se hojea el libro sobre el fotógrafo se da fácilmente con la imagen (no se reproduce respetando los derechos de autor, como debe ser).
Bol de arroz
Nepal, hoy mismo.
-¡Viejo! ¿Qué sacrificarías a cambio de mi bol de arroz humeante?
El anciano parecía no escuchar al joven soldado. Sentado, una mano sobre otra, los ojos reflejados en las cumbres del Himalaya.
-¡Eh, viejo! ¿Qué sacrificarías? ¡Di!
-Todo lo que poseo es todo lo que ves.
-Pues creo que hoy te quedas sin comer.
Los otros soldados rieron la gracia a carcajadas.
-No he dicho que no pueda entregar nada – replicó el anciano.
-¿Y qué puedes ofrecer tú? Ese trapo pulgoso que llevas puesto ni lo arrimes a mi nariz. No veo nada más, salvo esas sucias sandalias.
-Aún así, a pesar de mi pobreza, hay algo que tengo en grandes cantidades y que cambiaría contigo por tu bol de arroz.
El soldado entrecierra los ojos, desconcertado y, al mismo tiempo, curioso por culpa de la ambición. Quizá, el viejo esconda algo valioso y él ha sido más rápido y listo que sus compañeros.
-¿Algo que me darías a cambio de mi bol de arroz?
-Aunque el arroz estuviese frío.
-Acepto. ¿Qué me das a cambio de mi ración diaria?
-¡Mi hambre!
-¡Viejo! ¿Qué sacrificarías a cambio de mi bol de arroz humeante?
El anciano parecía no escuchar al joven soldado. Sentado, una mano sobre otra, los ojos reflejados en las cumbres del Himalaya.
-¡Eh, viejo! ¿Qué sacrificarías? ¡Di!
-Todo lo que poseo es todo lo que ves.
-Pues creo que hoy te quedas sin comer.
Los otros soldados rieron la gracia a carcajadas.
-No he dicho que no pueda entregar nada – replicó el anciano.
-¿Y qué puedes ofrecer tú? Ese trapo pulgoso que llevas puesto ni lo arrimes a mi nariz. No veo nada más, salvo esas sucias sandalias.
-Aún así, a pesar de mi pobreza, hay algo que tengo en grandes cantidades y que cambiaría contigo por tu bol de arroz.
El soldado entrecierra los ojos, desconcertado y, al mismo tiempo, curioso por culpa de la ambición. Quizá, el viejo esconda algo valioso y él ha sido más rápido y listo que sus compañeros.
-¿Algo que me darías a cambio de mi bol de arroz?
-Aunque el arroz estuviese frío.
-Acepto. ¿Qué me das a cambio de mi ración diaria?
-¡Mi hambre!
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